Proyecto «DEHESA VIVA»

Como es bien conocido, la dehesa es uno de los pocos ecosistemas en los que el ser humano interactúa con el bosque obteniendo recursos y que, sin embargo, esta acción no perjudica al bosque. Por el contrario, este puede verse beneficiado de múltiples maneras como protegiéndose de plagas o potenciando el acervo genético.

Sin embargo, en la actualidad, varios sucesos están haciendo que esta interacción se vea alterada y que este ecosistema, que durante siglos ha convivido con nosotros, se vea amenazado. Afectando de manera directa a la base de nuestra economía.

Son muchos los problemas que afectan a la dehesa: sobrepastoreo, tala descontrolada, sequías, etc.

Sin embargo, existe otro problema mucho más abstracto, pero a la vez mucho más peligroso: el ya famoso Cambio Climático. Este problema afecta a todos los ecosistemas del mundo. A todos los mares, bosques, llanuras y especies, tanto de plantas como de animales; incluida la especie humana.

Este problema afecta de manera muy especial a la Dehesa y sus especies. ¿Por qué? La respuesta no es sencilla, pero si observamos los escasos datos que se tienen, se observa una disminución en las lluvias anuales desde mitad del siglo pasado hasta la actualidad. Esto, unido al aumento en las temperaturas medias que se vienen registrando año tras año, están llevando a este ecosistema al límite de sus fuerzas (según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) 2015, 2016, 2017 y 2018 han sido los años más cálidos de la historia desde que se tienen datos. Estos empezaron a tomarse en 1850).

Pocos son los datos que tenemos sobre la Dehesa, más si nos centramos en el conocimiento acerca de su interacción con el medio. Sin embargo, sabemos que algo está empezando a cambiar y es que, quizás, la estamos llevando a un límite que puede que no tenga retorno.

El proyecto que estoy desarrollando pretende aportar información a ese vacío de conocimiento que existe en torno a nuestro ecosistema. Crecimiento de árboles, producción de frutos, reclutamiento de nuevas plántulas, relación de las lluvias con la mortalidad del bosque, etc. Son algunas de las variables que se estudiarán en las parcelas que estarán instaladas de forma permanente en el proyecto.

Cada una de estas variables debe ser medida de manera adecuada, con los instrumentos adecuados y en el tiempo preciso si queremos tener información de calidad que realmente nos aporte datos sobre cómo funciona la Dehesa y cuáles son los procesos que se están llevando a cabo en este ecosistema.

A consecuencia de este desconocimiento, no tenemos planes de acción contra los problemas que se nos avecinan. Sin embargo, para generar estas posibles soluciones a estos problemas necesitamos, primeramente, generar la información que nos falta.

El gran problema siempre es la falta de fondos y de entrega de nuestros gobiernos por proyectos como el aquí planteado. Sin embargo, no podemos permanecer de brazos cruzados ante la inmovilidad de los mismos. Necesitamos tomar las riendas para poder comprender mejor cómo funcionan nuestros bosques y cuál es su estado.  Necesitamos comprender que todos y todas podemos colaborar y aportar nuestro granito de arena.

Julián Tijerín Triviño

Máster Conservación de la Biodiversidad y Cambio Climático.

Graduado en Biología.

Teléfono: +34 619921045

e-mail: tijerin25@hotmail.com

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